A raíz de la creciente demanda en la consulta pediátrica en los meses fríos y por sugerencia de muchos padres preocupados, intentaremos aclarar por qué los niños pequeños se enferman tanto y qué es lo que consideramos como normal al respecto.
Al nacer los bebés tienen defensas ¨prestadas¨ por la mamá que son muy útiles hasta los seis meses de vida aproximadamente. Pero de a poco esas defensas desaparecen y como libros en blanco, tienen que experimentar muchas infecciones para armar su propio ejército de defensas. Es más, siempre se ha dicho que los niños crecen de estirones con la fiebre, aunque esto no es cierto, refleja el sentimiento de los papás que ven pasar fiebre tras fiebre. También cabe recordar que los abuelos llaman a los niños mocosos y las abuelas nunca se olvidan de poner pañuelos en los bolsillos.
Desde la pediatría esto es algo que siempre miramos en la consulta, que esas infecciones, acompañadas de fiebre, no sean demasiadas en cantidad y “calidad”.
En 2011 Anales de Pediatría publica un ¨Documento de consenso sobre el diagnóstico diferencial y el abordaje terapéutico de la fiebre recurrente¨ realizado por especialistas reumatólogos e infectólogos, de dónde os hemos recogido un apartado interesante:
¨De una manera sencilla y práctica, cuando un niño se presenta en la consulta relatando procesos repetidos de fiebre, debemos evaluarlo de una manera global, intentando descartar las diferentes posibilidades diagnósticas. En primer lugar, y como causa más frecuente, se deben descartar procesos virales autolimitados de repetición. Es importante por tanto, conocer la normalidad y la frecuencia de los procesos infecciosos en la infancia, que pueden llegar en la primera infancia hasta 12 al año, la mayoría en los meses fríos.
Según éste trabajo, por ejemplo podrían ser normales, sin que haya ningun problema inmunológico en el niño/a:
1) hasta 6-8 otitis media aguda en un año
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2) 1 neumonía (confirmada radiológicamente) en un año
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3) 1 episodio de sinusitis en un año
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4) 1 episodio de meningitis u otras infecciones graves
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En conclusión, durante el invierno, poco antes y poco después también, en niños que son sanos, que concurren a guarderías y colegios, vemos repetidos procesos infecciosos, la mayoría de ellos virales, en la consulta. Como medidas preventivas hay que realizar siempre un buen lavado de manos, mantener el calendario de vacunación al día y si están enfermos no llevarlos al colegio, quitar los mocos con pañuelo o suero en los más pequeños, reclinar el colchón para que duerman con la cabeza más alta que los pies.
Y, un consejo: intentar que no vayan a las guarderías que son un importante caldo de cultivo viral. Aunque la realidad a veces lo dificulta mucho, puesto que hay que trabajar. Con lo que os recomendamos poner en la balanza costo/beneficio, ¿hay abuelos, parientes o amigos que puedan ayudar?
¿Entonces, si mi niño tiene fiebre y mocos, cuándo consultar al pediatra? Menores de cuatro meses consultar siempre, también en lactantes mayores que tengan dificultad para respirar, para comer u otros síntomas asociados. Niños que van al colegio, y que no presenten ningún otro síntoma de los mencionados se podría esperar de 48 a 72hs de fiebre y mocos antes de consultar.
Para terminar, aunque parezca que el invierno ya trajo lo peor, todavía la gripe está por llegar, éste año esperamos el pico máximo para mediados de febrero, así que paciencia con los mocosos…
Dr. Pablo Ercoli