Hay varias posturas sobre recomendar o no la vitamina D con la lactancia materna y las diferentes sociedades científicas concluyen que es altamente recomendable para prevenir el raquitismo.
La Organización Mundial de la Salud, la Academia Americana de Pediatría (AAP), la Asociación Española de Pediatría (Aeped) y todos los grupos profesionales a cargo del cuidado de los recién nacidos son partidarios de la leche materna como la mejor opción para la alimentación infantil. Específicamente, la AAP i la OMS recomiendan que los bebés se alimenten exclusivamente de leche materna durante los primeros seis meses. Después de la introducción de alimentos sólidos la alimentación con leche materna debe continuar durante el primer año de vida y más adelante, si así se desea.
La leche materna tiene la concentración más alta de vitaminas y hierro de fácil absorción la cual será suficiente una vez que el bebé comience a alimentarse con cereales enriquecidos con hierro a partir de los seis meses de edad. Un bebé sano alimentado por una madre sana no necesita ningún otro complemento vitamínico o nutricional, con la excepción de la vitamina D. La leche materna contiene cierta cantidad de vitamina D, la cual es producida cuando el cuerpo se expone a la luz solar. Sin embargo, la exposición al sol incrementa el riesgo de daño a la piel, así que recomendamos a los padres a exponerse al sol lo menos posible. La AAP recomienda que todos los bebés que se alimentan con leche materna comiencen a recibir complementos de vitamina D (400 UI/día) durante los primeros 2 meses y continúen hasta que el infante beba suficiente cantidad de fórmula o leche enriquecida con vitamina D (después del primer año de vida). Todos los lactantes menores de un año alimentados con leche artificial que ingieren menos de 1 litro diario de dicha fórmula también han de recibir un suplemento de Vitamina D.
Puede extrañar que un niño amamantado necesite suplementos de vitaminas. La justificación está en que los hábitos de vida del ser humano han cambiado muy rápidamente en pocos años y ahora se hace poca actividad al aire libre, siempre con ropa y en muchas ocasiones con protectores solares. La fuente principal de vitamina D ha sido la exposición solar. Con las costumbres actuales a las madres que amamantan les es prácticamente imposible sintetizar la cantidad suficiente de vitamina D para que las necesidades de su hijo estén cubiertas. Esta dificultad para sintetizar la vitamina D todavía es mayor en personas de piel oscura que han emigrado hacia países del norte.
Pero, como no podemos estar seguros si la exposición de las madres al sol es adecuada o no o si tiene niveles adecuados de vitamina D, la Asociación Española de Pediatría (Aeped) recomienda suplemento de vitamina D para prevenir el Raquitismo que es el grave trastorno causado por una falta de vitamina D, calcio o fósforo. Este trastorno lleva a que se presente reblandecimiento y debilitamiento de los huesos. La vitamina D ayuda al cuerpo a controlar apropiadamente los niveles de calcio y fósforo. Si los niveles sanguíneos de estos minerales se tornan demasiado bajos, el cuerpo puede producir hormonas que estimulen la liberación de calcio y fósforo de los huesos, lo cual lleva a que se presenten huesos débiles y blandos.
Estas son las razones por las cuales tu pediatra te dará complemento de Vitamina D a todos los lactantes que tome leche materna.
Referencias
http://kidshealth.org/parent/en_espanol/embarazo/feednewborn_esp.html#
http://www.murciasalud.es/preevid.php?op=mostrar_pregunta&id=14755&idsec=453
http://www.aeped.es/comite-lactancia-materna/preguntas-frecuentes-sobre-lactancia-materna
Dra. Tatiana Valencia